LECTURA Y REFLEXIÓN LEE: Jn 8,12-20 Jesús habla con firmeza, cuando dice: "Yo soy la Luz del Mundo", el que me sigue no andará en tinieblas y tendrá la luz de la vida. Y todo lo que habla, lo ratifica el Padre que está en los cielos. La luz es necesaria para no tropezar, vencer obstáculos, adversidades, saber por dónde camino, pero si me aparto de la luz, puedo caer en un hoyo, que es el pecado. Y la luz que Jesús nos propone hoy y siempre, es la verdadera, para que podamos vivir en paz, con amor y con justicia, el que sigue sus pasos llegará a la meta, que es el encuentro definitivo con nuestro Padre. Jesús se refería a los fariseos arrogantes, soberbios, mentirosos y legalistas, porque acomodaron sus leyes a su manera, a su conveniencia y decían conocer a Díos, pero eran falsos. Hoy esas palabras de Jesús llamando a la conversión, es también para nosotros, que no nos diferencia de los fariseos, porque no estamos r...