CUANDO EL HIJO DEL HOMBRE SEA LEVANTADO EN ALTO, SABRAN QUE SOY YO"
LECTURA Y REFLEXIÓN
LEE: Jn 8,21-30
Los evangelios de estos días, nos hablan de la muerte de Jesús. Y es que ya se acerca el Viernes Santo, la Pasión de Cristo, donde rememoramos el momento de su muerte.
Los fariseos no entendían cuando Jesús les dijo: "Cuando el Hijo del hombre sea levantado en alto, sabrán que yo soy". Pasaron los días y fue levantado en una Cruz, con una muerte cruel, eso dio comienzo para que recién creyeran y mucha gente lo siguiera, hasta el soldado que atravesó su corazón con una lanza y vio salir sangre y agua dijo: ¡Verdaderamente este es el Hijo de Dios! Cuando Nicodemo y José de Arimatea fueron a llevar el cuerpo de Jesús para ponerlo en un sepulcro, comenzó el discipulado.
¿ Y en qué consiste para nosotros cuando el hijo del hombre sea levantado en alto?. Significa que para muchos, Jesús aún,está oculto, no lo vemos real y presente en nuestras vidas, pero Jesús no queda en el sepulcro, se va levantando en lo que hacemos, si escuchamos su Palabra, si cumplimos sus Mandamientos, a través de la predicación, de la oracion, de las obras de misericordia. Jesús quiere que creamos en Él, quiere que nos convirtamos y no ser como los fariseos, que no comprendemos el proceso de la conversión, que no estamos dispuestos a dejar nuestra vida de confort y no hay una pizca de humildad.
Puedo ser una persona llena de títulos, llena de dinero, o aquella que cuida su cuerpo en un centro de belleza, pero si no soy humilde, difícil comprender que para llegar a ser humilde, se debe pasar por la humillación, la de ser cristiano auténtico en este mundo que gira muchas veces en la perversión y el egoísmo, debemos ser humildes para soportar las burlas de los amigos y hasta de la propia família al saber que hemos logrado en esta Cuaresma nuestra conversión.
Ser humilde también para reconocer que "polvo somos y al polvo volveremos".
Él día que nuestro corazón se pare y dejemos de respirar, que nuestro cuerpo a los tres días, nadie querría estar cerca, es en vida que debemos reconocer que somos seres limitados, que está vida es efímera y que realmente necesitamos de Dios, que bajo su voluntad se mueve el ser humano y que es preciso trascender en la experiencia de Dios. Es tiempo de asimilar la realidad y comprender, que si no pasamos por la humillación, no podemos ser humildes. No hay otro camino. ¿Y estamos dispuestos a reconocer, a vivir con humildad y creer en el misterio, que el hijo del hombte es el hijo de Dios?.
Podemos crecer y llegar alto hasta el Señor, con el ayuno, la abstinencia, la oracion, la caridad, todo eso nos hace humildes y Jesús quiere levantamos y quiere estar con nosotros, porque su muerte en una Cruz tiene valor, al venir y padecer por amor, sólo para salvarnos y desatar las cadenas de ese yugo opresor que es el pecado.
¡ Anímate hoy, a Seguir a Jesús!
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