¡ DÉJALA, LO TENÍA GUARDADO PARA EL DÍA DE MI SEPULTURA !

 LECTURA Y REFLEXIÓN 

LEE: Jn 12,1-11

Llegamos a la Semana Santa, que las preocupaciones de viajar, qué preparo de comida, o algún proyecto en marcha, nos tenga que cambiar la gran oportunidad que tenemos de dedicarlo al Señor.

Seis días antes de la Pascua,  es muy propicio la unción en la casa de Betania, donde María no escatimó  para romper el frasco de perfume y enjugar con sus cabellos los pies de Jesús, era su unica seguridad,  su apoyo,su soporte, observación que hizo Judas, que ese perfume podría haberse vendido para dar ese dinero a los pobres, supuestamente.

 El precio del perfume equivalía a un salario de un empleado  durante un año.  Como las mujeres en Israel  no podían tener posesiones, más sólo contar con diez monedas o una libra de perfume que constituía su seguridad económica. 

Esa acción de María, tiene mucho significado, porque no utilizó un poquito del perfume  sino, que lo vació  todo, quedando la case impregnada de ese olor, porque entendió que le pertenecía a Jesús.

Y tú, yo, le pertenecemos a Jesús, por eso cuando nos llama a la conversión, no nos llama a medias, no nos llama en la tibieza, Dios nos pide todo.

Si reflexionamos  en este evangelio, ¿estamos dispuestos a entregar a Dios nuestras seguridades? para  confiar en el Señor, porque siempre el ser humano se aferra a algo que en el futuro lo sostenga.

Para el cristiano no puede existir otra seguridad que no sea la promesa de la Palabra de Dios, que no sea la fe y confianza en  Jesús de Nazaret y que su presencia nos acompañe.

Dice el Señor; ¡Pobres tendrán siempre! pero  ¡A mi no me tendrán! Y esta es la oportunidad de escuchar este Evangelio, porque no sabemos qué pasará mañana, como está ocurriendo en  Ucrania donde tenían energía eléctrica e Internet y de pronto se han visto privados de estos servicios, se han visto privados de una igledia que ha sido bombardeada, por ende, privados de escuchar la Palabra de Dios. No sea que nos pase lo mismo, que hoy tengamos a la vuelta de la esquina un templo, recibamos la Eucaristía  y después no lo tengamos.

Que Dios no libre de perder la vida eterna, porque no sabemos en el último hálito de vida, que nos depara. 

Hoy el Señor nos está dando la  oportunidad de comenzar la Semana Santa, de ser mejores personas dejando el apego a las cosas materiales o placeres mundanos,  convirtiéndonos, para  vivir una Pascua 2022, sin engaños, sin la actitud de Judas, porque el Señor conoce nuestros corazones y aún así nos sigue llamando y lo hará  hasta el último momento de nuestra vida, porque su misericordia es muy grande.

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