¡ QUIEREN APEDREAR A JESÚS Y ÉL QUIERE SABER POR QUÉ !
LECTURA Y REFLEXIÓN
LEE: Jn 10,31-42
Intentaron detenerlo, pero se les escapó de las manos porque no había llegado su hora.
El seguimiento a Jesús es de valientes, significa dejar atrás nuestro egoísmo, nuestras comodidades y esto implica hacer la voluntad del Señor. Dios vino al mundo para salvarnos y nos encomendó una misión, ser fieles a su Palabra y sus enseñanzas. ¿Estamos cumpliendo esa misión? o estamos buscando aquello que nos satisface esporádicamente, dejando rezagada las cosas del alma. Este es un tiempo de gracia y de bendiciones, es un tiempo privilegiado que la Iglesia nos ofrece para volver al Señor.
Si queremos buscar serenidad en nuestra vida, sin Dios es imposible.
En este mundo falta el amor, falta la verdad y eso es lo que nos ofrece el Señor para seguirlo. Si escuchamos, acogemos su Palabra y la guardamos en nuestro corazón, seremos hijos de Dios y EL nos ofrece la vida eterna, en Él está nuestra alegria si cumplimos su Palabra y la vivimos coherentemente, en lo que digo y en lo que hago.
Podemos preguntarnos: ¿Estoy viviendo la voluntad de Dios? ¿Estamos siendo humillados, perseguidos, estamos sufriendo a causa del Señor? o somos aquellos que estamos imbuidos en las cosas de este mundo, buscando sólo nuestro beneficio, obnubilados u ofuscados con los placeres de la vida, dejando atrás lo más valioso, que es la enseñanza que nos traza Jesús al decirnos: ¡Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida!
Reflexionemos en las Obras que Jesús realizó y de las que fueron testigos en su época y en la actualidad, también estamos siendo testigos, cada uno en lo personal no puede ignorar o minimizar las Gracias que recibimos y aún hay resistencia a creer y lo hacemos de modo diverso de vivir la fe.
No olvidemos que la misión es para todos y no perdamos ese brillo cuando nos hablan de Dios y podamos retransmitir a otras personas el camino de la rectitud, ayudando al pecador a vencer los obstáculos con nuestro testimonio de vida y sea éste, el motivo para seguir a Jesús.
No olvides:
¡DOMINGO DE RAMOS!
Prepárate para la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.
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