EL PAPEL DE LA MUJER EN EL MES DE ABRIL: INTENCIÓN DEL PAPA FRANCISCO

“Por la dignidad y la riqueza de las mujeres que sean conocidas en sus culturas y para que cese la discriminación que sufren las diversas partes del mundo, en la sagrada escritura donde a menudo son las mujeres que determina importantes puntos de inflexión en momentos decisivos de la historia de la salvación”.

El papel de la mujer durante el mes de abril, en consonancia con la intención del Papa Francisco por la dignidad y la riqueza de las mujeres, es especialmente significativo. En este mes, se busca que las contribuciones fundamentales de las mujeres en todas las culturas sean reconocidas y valoradas. Además, se pretende abordar la discriminación que muchas mujeres enfrentan en diversas partes del mundo.

En la Sagrada Escritura, encontramos numerosos ejemplos de mujeres que desempeñan roles decisivos y cruciales en momentos importantes de la historia de la salvación. A menudo, son estas mujeres quienes determinan puntos de inflexión clave mediante su valentía, sabiduría y fe inquebrantable. Sus historias nos inspiran a reflexionar sobre la importancia de reconocer y valorar el papel de las mujeres en la sociedad y en la Iglesia.

Pensemos en Sara, Rebeca, Judith, Susana, Rut para culminar con María y las mujeres que siguieron a Jesús incluso bajo la cruz, donde notamos que de los hombres quedó solo Juan los otros se fueron todos. Las valientes estaban ahí: las mujeres, dijo Papa Francisco.

En efecto, las mujeres en la Biblia, como Sara, Rebeca, Judith, Susana, Rut, y especialmente María, junto con aquellas que siguieron a Jesús incluso hasta el pie de la cruz, juegan roles decisivos y ejemplares en la historia de la salvación. Estas mujeres nos ofrecen lecciones valiosas sobre fe, valentía y fidelidad que trascienden el tiempo y siguen siendo relevantes hoy en día.

Sara, por ejemplo, demostró una fe inquebrantable al confiar en la promesa de Dios de darle un hijo, incluso en su vejez. Rebeca mostró generosidad y obediencia al seguir la dirección de Dios en su matrimonio con Isaac. Judith demostró valentía y astucia al salvar a su pueblo de la opresión. Susana, al resistir la injusticia y confiar en Dios, se convirtió en un símbolo de integridad y virtud. Rut, a través de su lealtad y devoción a su suegra Noemí, nos enseña sobre el amor y la solidaridad.

Y María, la madre de Jesús, es un modelo supremo de fe y humildad. Cumpliendo así la voluntad de Dios, desempeñó un papel crucial en la redención del mundo. Además, las mujeres que siguieron a Jesús hasta la cruz, demostraron una valentía incomparable y un amor desinteresado.

Como destacó el Papa Francisco, en esos momentos críticos, mientras los hombres huían, las mujeres valientes permanecieron firmes. Esto nos recuerda la importancia de reconocer y valorar el papel esencial de las mujeres en la historia de la salvación y en la vida de la Iglesia.

Por lo tanto, durante el mes de abril y más allá, es fundamental promover la igualdad de género, erradicar la discriminación y trabajar hacia un mundo donde todas las mujeres sean respetadas, valoradas y empoderadas para contribuir plenamente al bienestar de la humanidad.

¡Que el Señor nos bendiga y la Virgen nos proteja!

Tu amiga

Mirtha Villarroel de Rocha

 

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