MES DE MAYO, DIA 23
DÍA 23: ¿Un acordaos?
Una reunión numerosa con un Obispo de la Iglesia; uno de los asistentes se dirige a él; se ve que le tiene cariño y, como quien está dispuesto a todo, le pregunta:
¿Qué quiere que recemos por usted cada día?
El Obispo prefiere hacerse el sordo, pero la insistencia le obliga a contestar:
"Un acordaos".
Aquél, que estaba dispuesto a cualquier cosa, por difícil que fuese, se sintió como defraudado, pues le parecía poco. El Obispo leyó en la cara de aquel joven su desilusión y añadió:
¿Te parece escaso? ¡Qué poco valoras la oración vocal!
Con una sola oración a la Virgen, si tenemos fe, hacemos mucho por quienes queremos y decimos que amamos. ¡Madre!, ayúdame a dar sentido y valorar cada palabra en la oración que hago o leo. Si llamo por teléfono a una amiga o amigo, que se encuentre en soledad o está enfermo, o por lo menos preguntarle cómo está, sé que me ha escuchado, más si platica un poquito conmigo regalándole mi tiempo. Y así es Madre, cada vez que te digo algo, que pronuncio tu nombre y en ti espero respuesta a lo que te pido, o si es que te rezo un Acordaos, es ¡por lo menos! como si te llamara por teléfono: Tú me escuchas, me haces sentir que soy tu hijo (a), sé que te importo y me ayudas, aunque sólo te regale un ratito de mi tiempo.
Ahora puedes seguir hablando a María con tus palabras, comentándole algo de lo que has leído.
Después termina con la oración final.
Adaptado del texto escrito por José Pedro Manglano Castellary (Sacerdote)
Comentarios
Publicar un comentario