¿A POCAS HORAS DE CELEBRAR EL NACIMIENTO DEL NIÑO DIOS, QUÉ PESEBRE LE PUEDO OFRECER PARA QUE NAZCA EN MI CORAZÓN Y CAMBIE NUESTRAS VIDAS?

Celebrar el nacimiento del Niño Jesús es una hermosa tradición llena de significado espiritual. Hay tiempo para crear un pesebre simbólico en nuestro corazón y permitir que el espíritu navideño transforme nuestras vidas tomando en cuenta:

Reflexiones y Meditación:

Dedicar tiempo para reflexionar sobre el verdadero significado de la Navidad y el nacimiento de Jesús.

Meditar sobre los valores que representan la historia del pesebre, como el amor, la esperanza, la paz y la humildad.

Oración:

Dedicar momentos de oración, agradecimiento y unión espiritual.

Hablar desde el corazón y compartir las esperanzas, alegrías y preocupaciones.

Con actos de Bondad:

Demostrar nuestra bondad y generosidad hacia los demás, reflejando el espíritu asociado con la Navidad.

Ayudar a aquellos que lo necesitan, como una expresión de solidaridad y compasión.

Perdón y Renovación:

Considerar perdonar a aquellos que te han causado dolor y permitir la renovación en las relaciones conyugales, familiares, vecinos, amigos…

Buscar maneras de renovar aspectos de nuestra vida que necesiten cambio y mejora, haciendo una auto evaluación de nuestras debilidades para fortalecer nuestro espíritu.

Adoptar la simplicidad:

En las celebraciones litúrgicas, recordando la humildad del nacimiento de Jesús en un pesebre.

Enfocarnos en lo esencial y en compartir momentos significativos con nuestros seres queridos que aún tenemos la dicha de compartir con ellos.

Hacer un estudio Bíblico:

Leer y reflexionar sobre los relatos bíblicos que narran el nacimiento de Jesús, como los Evangelios de Mateo y Lucas.

Considerar un estudio más profundo para comprender mejor el contexto y el mensaje espiritual.

Gratitud:

Practicar la gratitud, agradeciendo por las bendiciones en nuestra vida y reconociendo la presencia de lo divino en cada aspecto.

Celebración en Comunidad:

Compartir la alegría de la Navidad con amigos y familiares, creando un ambiente cálido y acogedor.

Participar en eventos o actividades comunitarias centradas en el espíritu navideño.

Compromiso con el Bien:

Comprometernos a llevar los valores de la Navidad a lo largo del año, extendiendo la bondad y el amor en la vida diaria.

Si adoptamos estas prácticas, estaremos construyendo un pesebre simbólico en nuestro corazón, preparándolo para recibir la luz y la transformación que el nacimiento del Niño Jesús representa.

 ¡FELIZ NAVIDAD para todos mis familiares, mis amigas (o) y los CENTINELAS DEL DIVINO NIÑO, con los cuales hemos tenido ayer una inolvidable actividad con la Cena Navideña compartiendo en familia con tres comunidades!

“Que el Divino Niño nos bendiga y su Madre Santísima nos proteja”

Tu amiga

Mirtha Villarroel de Rocha

 

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