QUÉ SIGNIFICA ESTA EXPRESIÓN: “DIOS ESCRIBE DERECHO POR LINEAS TORCIDAS”.

La expresión "Dios escribe derecho por líneas torcidas" es una forma metafórica de decir que, aunque las circunstancias y los eventos en la vida puedan parecer desordenados, confusos o injustos, Dios tiene un plan divino que, al final, se revela como perfecto y justo. Es una manera de recordar que, incluso cuando no entendemos por qué suceden cosas malas o difíciles, hay un propósito mayor y, eventualmente, todo encaja en su debido lugar bajo la voluntad de Dios.

Este dicho tiene una raíz teológica que se puede asociar con la idea de que, aunque no comprendemos los caminos de Dios, Él trabaja en todos los aspectos de la vida para bien, incluso a través de situaciones difíciles.

Ejemplos en la Biblia

En la Biblia, encontramos varios relatos que reflejan este concepto de que los caminos de Dios no siempre son inmediatos ni fáciles de comprender, pero siempre conducen a un bien mayor:

José en el Antiguo Testamento (Génesis 37-50) La historia de José es un claro ejemplo de "líneas torcidas" que, finalmente llevan a un resultado derecho. José fue vendido como esclavo por sus propios hermanos, acusado injustamente y encarcelado. Sin embargo, a través de esos eventos difíciles y aparentemente injustos, José llegó a ser el segundo al mando en Egipto y, al final, pudo salvar a su familia de la hambruna. Él mismo lo dice en Génesis 50,20 "Vosotros pensasteis mal contra mí, pero Dios lo pensó para bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a un pueblo grande."

Aquí, José ve cómo las "líneas torcidas" de su vida (las traiciones, injusticias, sufrimientos) fueron usadas por Dios para un bien mayor, la preservación de su pueblo.

El sufrimiento de Job. El libro de Job es otro ejemplo de cómo las situaciones difíciles y dolorosas, que pueden parecer completamente injustas, forman parte del plan divino de Dios. Job sufrió grandes pérdidas y enfermedades, y aunque no entendía por qué, al final, Dios lo restauró. En Job 42,2-3, expresa su comprensión de que, aunque no entendía los caminos de Dios, Dios es soberano y tiene control, sobre todo: "Yo sé que todo lo puedes, y que ningún propósito tuyo puede ser detenido. ¿Quién es éste que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, he hablado lo que no entendía, cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no conocía."

La muerte y resurrección de Jesús en el Nuevo Testamento. La crucifixión de Jesús es un claro ejemplo de cómo algo que parece ser un fracaso total y una derrota (su muerte en la cruz) es, en realidad, la clave para la salvación de la humanidad. Jesús mismo pasó por sufrimiento y muerte, pero a través de su resurrección, Dios trajo la victoria. En Hechos 2,23-24 se explica que, aunque la crucifixión fue obra de hombres malvados, fue parte del plan divino de Dios: "A éste, entregado por el designio determinado y por el previo conocimiento de Dios, vosotros lo matasteis, crucificándole por manos de inicuos. A quien Dios levantó, supliendo los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella."

Lecciones y Reflexiones

La frase "Dios escribe derecho por líneas torcidas" refleja cómo nuestra comprensión limitada de lo que es "bueno" o "correcto" a menudo no captura el panorama completo. Aunque enfrentemos pruebas y dificultades, podemos confiar en que Dios, con su visión eterna, tiene un plan perfecto. A veces, el sufrimiento puede ser una oportunidad para el crecimiento y la transformación si confiamos en su sabiduría. Aunque no entendamos siempre los motivos de lo que sucede, podemos esperar con esperanza, sabiendo que Dios está en control y que todo tiene un propósito. Como dice Isaías 55,8-9: "Mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos."

La vida, con todas sus pruebas y sufrimientos, puede ser un camino difícil de recorrer, pero es la fe lo que nos sostiene. El sufrimiento, aunque doloroso, puede ser transformador cuando se entrega a Dios y se entiende que cada momento tiene un propósito, incluso cuando no lo vemos claro.

La Cuaresma es un tiempo de reflexión y renovación espiritual, donde uno puede dejar atrás el "hombre viejo" y renovarse en la gracia divina. Esa esperanza en el "tiempo de Dios" nos invita a confiar en el plan perfecto que Dios tiene para nosotros.

¡Que el Señor nos bendiga y la Virgen nos proteja!

Tu amiga

Mirtha Villarroel de Rocha

 

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