¿QUÉ SE PUEDE HACER ANTE UN ENFERMO/A CON CÁNCER TERMINAL Y PODER DARLE UNA MEJOR CALIDAD DE VIDA?

Cuarta parte

Enfrentarse al diagnóstico de cáncer terminal en un ser querido u otras personas es uno de los momentos más difíciles que se pueden vivir. A pesar de que no se puede revertir la enfermedad, el objetivo principal en esta etapa es mejorar la calidad de vida del enfermo. Esto se logra no solo a través de los tratamientos médicos, sino también brindando un apoyo integral que abarque el bienestar físico, emocional y psicológico de la persona. Acompañar con compasión, ofrecer consuelo y satisfacer las necesidades físicas y psicológicas del paciente son aspectos fundamentales en este proceso, permitiendo que, aunque la enfermedad avance, el tiempo restante se viva con la mayor dignidad y confort posible. En este contexto, es importante conocer las estrategias y recursos disponibles para proporcionar el mejor apoyo durante esta etapa tan delicada.

1. Controlar el dolor y los síntomas

Asegurar de que el tratamiento del dolor esté bien manejado. Los cuidados paliativos son fundamentales para mejorar la comodidad de la persona. Es bueno consultar con médicos o un equipo de cuidados paliativos para encontrar la mejor forma de controlarlo.

Los medicamentos adecuados, como analgésicos y otros fármacos (por ejemplo, para las náuseas, la fatiga o la dificultad para respirar), pueden marcar una gran diferencia en la calidad de vida.

2. Apoyar emocional y psicológicamente

Escuchar a la persona, ofrecer consuelo y ser comprensivo. El miedo, la ansiedad y la tristeza son comunes, así que estar presente y ofrecer un espacio donde se sienta escuchado es esencial.

También puede ser útil contar con un psicólogo o terapeuta especializado en cuidados paliativos para el apoyo emocional de la persona y de la familia.

3. Dar cuidados físicos y de confort

Proporcionar un ambiente cómodo. Esto incluye un lugar tranquilo, cómodo y cálido, donde la persona se sienta segura.

Ayudar con la higiene personal y el cuidado de la piel. En muchas situaciones, la persona con cáncer terminal puede necesitar ayuda con tareas cotidianas.

Fomentar el descanso y las siestas cuando sea necesario. La fatiga es común en estas etapas, y el descanso adecuado es esencial.

4. Dar alimentación y nutrición

Ofrecer alimentos suaves, fáciles de digerir y que sean agradables para la persona. El apetito puede disminuir, así que tratar de ofrecer comidas pequeñas y frecuentes puede ser más útil.

Si la persona tiene dificultades para comer, se pueden explorar alternativas como batidos o suplementos nutricionales.

5. Dar Cuidado espiritual

Muchas personas encuentran consuelo en su fe. Si es apropiado, puedes ofrecerles el apoyo de un consejero espiritual o líder religioso.

Escuchar música religiosa o quizá algo que a ella le guste, qué importante es orar, dar Gracias a Dios por los momentos vividos, puede proporcionar consuelo, esperanza y tranquilidad durante el proceso.

6. Fomentar la socialización y el afecto

Si la persona se siente con energía, permitir que pase tiempo con seres queridos y amigos cercanos puede ser valioso.

Asegurarse de que se sienta acompañada y apoyada, sin forzarla a interactuar si no lo desea.

7. Planificar cuidados

Es útil hablar sobre los deseos de la persona en cuanto a su atención médica, decisiones sobre el final de la vida y otros aspectos, como los cuidados en su última etapa de vida.

Esto puede incluir una conversación sobre la elección de no prolongar tratamientos invasivos si no se desea.

8. Cuidar de ti mismo/a

Cuidar a alguien con cáncer terminal puede ser emocionalmente y físicamente agotador. Asegurarse de tomar tiempo para sí mismo, pedir ayuda cuando sea necesario y buscar el apoyo que necesites.

En definitiva, lo más importante es asegurarse de que la persona se sienta respetada, amada y cómoda en su proceso. Cada experiencia es única, y es fundamental estar atento a sus necesidades cambiantes.

Las personas que atraviesan enfermedades graves como el cáncer, y sus familias, merecen ser tratadas con compasión, dignidad y empatía, no solo con profesionalismo técnico. La falta de atención específica y la indiferencia son inaceptables, especialmente en un momento tan crítico de la vida de una persona.

La salud pública debería centrarse en el bienestar integral de los pacientes, abordando no sólo los aspectos físicos de la enfermedad, sino también el apoyo emocional y psicológico. La situación que compartí anteriormente, refleja una desconexión en muchos sistemas de salud, donde a veces el trato a los pacientes no refleja el compromiso con su calidad de vida, especialmente cuando se enfrentan a diagnósticos tan graves.

Si bien algunos médicos o profesionales pueden estar sobrecargados de trabajo o lidiar con limitaciones del sistema, eso no justifica la falta de empatía ni la deshumanización del proceso de atención. Los pacientes, incluso cuando enfrentan un pronóstico complicado, necesitan sentirse apoyados y tratados con dignidad.

Si la persona ha recibido ese diagnóstico, es crítico que reciba atención de calidad, tal vez buscando una segunda opinión o tratamiento paliativo que permita un mejor manejo de los síntomas y brinde el apoyo emocional necesario tanto para ella como para su familia.

Es una situación muy frustrante y dolorosa, pero son esos momentos en que se demuestra el verdadero amor al prójimo de manera compasiva.

“Que el Señor nos bendiga y la Virgen nos proteja”

Tu amiga

Mirtha Villarroel de Rocha

Comentarios

Entradas populares de este blog