BALANCE DEL AÑO 2024:

LO BUENO:

Gratitud por la salud y el bienestar. Agradezco a Dios por cada día de vida, por cada respiración y por las fuerzas que me han permitido seguir adelante.

Momentos de alegría y paz. Los momentos felices con mi familia, amigos, y mi comunidad religiosa.

Logros y avances personales. Aprecio todo lo que he aprendido, las metas alcanzadas y el crecimiento espiritual que he experimentado.

Actos de bondad y amor hacia el prójimo. Me siento agradecido por las oportunidades de ayudar a otros, ya sea con una palabra de aliento, una acción generosa o una oración.

Superación de dificultades. Reconozco las adversidades que enfrenté y cómo me fortalecieron. Agradezco a Dios por darme la fortaleza para superarlas.

LO QUE SALIÓ MAL:

Desafíos emocionales o físicos. Agradezco las lecciones que me dejaron, aunque hayan sido difíciles de atravesar. Aprendí a apoyarme más en Dios y en la fe.

Errores o decisiones equivocadas. Reflexiono sobre los momentos donde no tomé las mejores decisiones y me comprometo a aprender de ellos para no repetirlos.

Relaciones que no fueron como esperábamos. Reconozco mis fallos en algunas relaciones y pido perdón por lo que no hice bien, sabiendo que el perdón de Dios es infinito.

Áreas donde no logré los resultados deseados. Agradezco el proceso de crecimiento personal, aunque no siempre haya alcanzado todos mis objetivos.

PROPÓSITOS PARA EL 2025:

Fortalecer mi relación con Dios. Dedicar más tiempo a la oración, la meditación en la Palabra de Dios y la reflexión espiritual. Mi compromiso será vivir cada día bajo su mano divina.

Cuidar de mi salud física y emocional. Tratar de hacer ejercicios, cuidar mi alimentación y buscar paz mental, para estar bien tanto por dentro como por fuera.

Ser más generoso y servir al prójimo. Proponerme ayudar más a aquellos que lo necesiten, ya sea materialmente o con un acto de cariño y compasión.

Perdonar y sanar relaciones. Trabajar en la reconciliación y el perdón, buscando siempre la paz en mis relaciones con los demás.

Seguir aprendiendo y creciendo. Ya sea a través de estudios, lecturas, o experiencias, buscar siempre el crecimiento personal y espiritual.

Vivir con gratitud. Tener un corazón agradecido, reconociendo las bendiciones diarias y siendo consciente de la gracia de Dios en mi vida.

LO QUE ME SOSTUVO EN 2024 Y LO QUE ME SEGUIRÁ SOSTENIENDO:

La fe en Dios. Mi fe ha sido mi mayor sustento. Cada día he confiado en su voluntad y he encontrado consuelo en su palabra.

El amor de mi familia y amigos. Ellos han sido una fuente de apoyo constante y un reflejo del amor de Dios en mi vida.

La esperanza y la perseverancia. A pesar de las dificultades, la esperanza en un futuro mejor y la perseverancia me han impulsado a seguir adelante.

La oración y la meditación en la Biblia. Encontré consuelo y guía en la palabra de Dios. Mis momentos de oración me ayudaron a encontrar dirección en mis decisiones.

La gratitud por cada bendición. Reconocer las pequeñas y grandes bendiciones ha sido un ancla de paz y alegría.

GUARDANDO LOS PROPÓSITOS EN LA BIBLIA:

Te recomiendo escribir esta lista en un cuaderno, dentro de tu Biblia, para que a lo largo del año puedas volver a leerla y recordar lo que Dios tiene para ti en cada momento. A medida que avances en el 2025, toma cada día como una oportunidad para acercarte más a Él, siguiendo estos propósitos.

Con fe, paciencia y dedicación, podemos enfrentar todo lo que viene. Que el 2025 sea un año de bendiciones, de crecimiento espiritual y de abundante amor hacia Dios y hacia nuestro prójimo.

¡TE DESEO UN BENDECIDO 2025!

Tu amiga

Mirtha Villarroel de Rocha

 

 

 

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