¡SALVARON SU MATRIMONIO POR EL REZO DEL SANTO ROSARIO! ES UNA HISTORIA REAL DE UNOS AMIGOS QUE ESTABAN A PUNTO DE DIVORCIARSE.
Rosa y Luis
habían sido felices durante los primeros años de su matrimonio. Sin embargo,
con el tiempo, las discusiones, la rutina y las decepciones empezaron a
separarlos. Sentían que ya no quedaba nada de ese amor que los unió en el
altar. A pesar de los intentos por arreglar las cosas, la distancia emocional
se volvió insostenible y comenzaron a hablar de divorcio. Parecía la única
salida.
Habían
intentado de todo según ellos, consejos de amigos, leyeron libros, fueron a terapias,
y tuvieron largas conversaciones, pero las heridas del corazón seguían
abiertas. La falta de comunicación, los malentendidos, el cansancio del día a
día, ambos trabajando por la subsistencia de los hijos (3) los alejaron
lentamente, y el amor que alguna vez los unió parecía desmoronarse.
Una última
esperanza surgió cuando acuden a mi oficina jurídica para iniciar el trámite de
divorcio, al conocer su situación, opté como primer paso, la conciliación y demostrar
su eficacia. Les hice una sugerencia sencilla, tomando en cuenta algunos de los enfoques que suelo aplicar en
mi oficina, como por ejemplo, el “Enfoque de la Oportunidad” para
considerar el conflicto como una oportunidad para el crecimiento y el
aprendizaje, como también, el “Enfoque de la Fe Renovadora” para
comprender valores y necesidades, tomando en cuenta que la presencia de Dios en medio de una relación matrimonial ocupa el primer lugar y se pueda así, evitar que las parejas
lleguen a romper el vínculo que los une, sin interesar en esos momentos, que “indudablemente”, se perdía el cobro
del honorario profesional por el proceso y les dije: “Antes de rendirse, ¿por qué no
intentan algo más? Recen juntos el Rosario, todos los días, durante 30 días.” ¿Saben
rezarlo? Se miran y miraron a la abogada
dubitativamente.
Luis, que no
era muy creyente, estuvo a punto de negarse. Pero Rosa, desesperada y con la
esperanza de salvar lo poco que quedaba de su matrimonio, lo convenció de
intentarlo. Al fin y al cabo, ¿qué más podían perder? Sin embargo, en medio de
la desesperación, tomaron una decisión que cambiaría sus vidas: invitar a Dios a entrar en su hogar a
través del rezo diario del Santo Rosario.
El Poder del Rosario para Restaurar el Matrimonio
Los primeros
días de oración no fueron fáciles. Cuesta entrar a recitarlo porque para muchos
hasta resulta tedioso las repeticiones de cincuenta Aves Marías. Cada uno
rezaba con su corazón herido y lleno de resentimiento. Sin embargo, al repetir
las Ave Marías, algo empezó a cambiar. Aunque no podían explicarlo, dijeron,
pero se sintieron más tranquilos después de cada oración, donde su petición concreta fue “salvar el matrimonio y mantener la unión
familiar”.
El Rosario
comenzó a abrir espacio para el perdón y el diálogo. Con cada misterio
meditado, comprendieron que el amor verdadero es un camino de sacrificio y
entrega, no sólo de sentimientos pasajeros. Recordaron cómo María y José
también enfrentaron desafíos y sufrimientos, pero perseveraron en su misión.
Al terminar
la primera semana, las tensiones comenzaron a ceder. Las conversaciones, antes
llenas de reproches, se volvieron más serenas. Se dieron cuenta de que, en
medio de su crisis, Dios estaba obrando en sus corazones. Descubrieron que
muchas de sus heridas provenían no solo de la relación, sino de sus propios
temores, orgullos y expectativas insatisfechas.
Poco a poco,
la oración diaria restauró la confianza que creían perdida. Los pequeños gestos
que antes se demostraban recién casados volvieron, con un “gracias” sincero, “un abrazo”
inesperado, un “lo siento”, que ya se habían perdido y parecía imposible de pronunciar en su relación marital.
Comprendieron que la verdadera victoria en el matrimonio no es la ausencia de
conflictos, sino la capacidad de enfrentarlos con amor y fe.
La Sanación del Amor
Día tras día,
el Rosario creaba un espacio de encuentro no solo entre ellos, sino también con
Dios. Aprendieron a verse con misericordia, como pecadores necesitados del
perdón del otro. Lloraron juntos por los errores del pasado y, con humildad,
pidieron ayuda para empezar de nuevo.
El día 30
llegó, y con él una decisión: ya no hablarían más de divorcio. Habían
encontrado algo más fuerte que sus problemas: la gracia de Dios.
Comprendieron que, al poner a Cristo en el centro de su matrimonio, sus fuerzas
se renovaban.
Un Nuevo Comienzo
Hoy, Rosa y
Luis siguen rezando el Rosario, no porque sus problemas hayan desaparecido,
sino porque saben que la oración es el ancla que los mantiene firmes ante
cualquier tormenta. Han aprendido que el amor no es un sentimiento que se desgasta,
sino una elección que se renueva día a día, de la mano de Dios. Se dieron
cuenta de que, así como María caminó junto a Jesús hasta la cruz, ellos también
debían aprender a caminar juntos en los momentos difíciles.
La Oración Transforma y Salva
La historia
de Rosa y Luis nos debe hacer reflexionar, de que ningún matrimonio está
perdido si Dios está presente y les enseñó que cuando Dios
está en el centro, todo es posible.
Cuando los
esposos rezan juntos, el Señor actúa en sus corazones, sanando heridas y
restaurando el amor. El Rosario es una herramienta poderosa que no solo protege
a la familia, sino que también da la fuerza para superar las pruebas más
difíciles.
Hoy, su
matrimonio, como expresaron y lo testimoniaron, es un amor renovado y que sí,
un matrimonio puede ser restaurado. La oración diaria no solo los unió como
pareja, sino que también los acercó más a Dios, van a misa en familia y se confiesan.
Con cada Rosario, sienten que la Virgen los guía y protege, sosteniéndolos en
la adversidad y celebrando con ellos en la alegría.
Este relato de la vida real puede animar a otros matrimonios a confiar
en el poder del rezo del Rosario y la intercesión de la Virgen María.
Si te animas
a orar juntos, aunque sea con dudas, aunque las palabras no salgan con
facilidad, descubrirás que Dios nunca se deja ganar en generosidad. Donde la
oración habita, el amor vuelve a florecer. Y así, día tras día, paso a paso, tu
matrimonio puede renacer.
Si tu
matrimonio está atravesando una crisis, ¡no
pierdas la esperanza!, ¡no te rindas!, confía en el poder de la oración y
en la presencia amorosa de María.
Cada cuenta
del Rosario es una semilla de esperanza; cada misterio es una lección de vida.
La Virgen toma cada oración en sus manos y la lleva al corazón de su Hijo. Ponlo
en manos de Dios, ora con humildad y perseverancia, y permite que María
interceda por tu matrimonio.
Recuerda:
“FAMILIA QUE REZA UNIDA, PERMANECE UNIDA.” El Rosario no sólo les
devolvió la paz en su vida conyugal, sino que se convirtió en un pilar para su
familia.
¿QUIERES REZAR POR TU MATRIMONIO? Pídenos el LINK del Rezo del Santo
Rosario todos los días por la plataforma ZOOM. Arma poderosa para enfrentar al maligno.
“Que el Señor
nos bendiga y la Virgen nos proteja”
Tu amiga
Mirtha
Villarroel de Rocha
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