¡UN MENSAJE A LA NACIÓN BOLIVARIANA!

Queridos Hermanos y Hermanas en Venezuela,

En estos tiempos de gran dificultad y desafío, es decisivo mantener la esperanza y la fe en sus corazones. La situación política actual en su amado país puede parecer desalentadora, pero es precisamente en estos momentos difíciles, cuando más necesitan aferrarse a sus convicciones y confiar en el poder de la justicia y la verdad.

La reciente crisis electoral ha traído consigo dolor y desilusión. Los actos de fraude, la represión de líderes opositores y el desconocimiento de los resultados electorales han creado un clima de incertidumbre, sufrimiento y muerte. Estos eventos han sembrado desánimo y preocupación. Sin embargo, en medio de esta adversidad, no pierdan de vista la paz que se encuentra en la fe. Su compromiso con la justicia y la verdad no debe verse opacado por las dificultades temporales. La historia nos ha demostrado que, aunque el camino sea arduo, la luz de la verdad y la justicia siempre encuentra su camino hacia la victoria. Mantengan la fe en el tiempo perfecto de Dios. Él tiene un plan y un propósito para cada uno de ustedes, y aunque no siempre comprendamos sus caminos, podemos confiar en que su sabiduría y justicia son perfectas.

Su voto fue la expresión poderosa de la voluntad de todo un pueblo y una esperanza para su futuro, y aunque los resultados pudieron haber sido alterados, la esencia de su voz y su lucha permanece inmutable. La verdadera fuerza de su voto no solo se refleja en las urnas, sino también en sus acciones de lucha, en su perseverancia y en su unidad.

Me dirijo al mundo: en medio de la turbulencia, mantengámonos unidos en oración, elevemos nuestras peticiones al cielo, confiando en que Dios escucha cada clamor de justicia y libertad. Oremos por nuestros hermanos que están sufriendo, por quienes han sido encarcelados injustamente, por aquellos que han muerto en la batalla y por los líderes opositores que permanecen firmes en su lucha por la libertad de Venezuela. Que su fe les dé la fuerza para seguir adelante y enfrentar cada obstáculo con valentía.

La historia de Venezuela está marcada por momentos de prueba y resistencia. Esta es una nueva etapa en su travesía, y deberán abordarla con un espíritu de esperanza y perseverancia. La fe en un futuro mejor y la creencia en la justicia divina, les darán el valor necesario para seguir adelante y luchar por lo que es justo.

"Todo tiene su momento, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora" (Eclesiastés 3,1). Este versículo nos recuerda que, incluso en los momentos más oscuros, Dios tiene el control y su tiempo es perfecto. Lo que parece un obstáculo hoy puede ser parte de un plan más grande y más hermoso que aún no podemos ver. Y ustedes son mujeres y hombres con mucha fe.

 El tiempo de Dios no siempre coincide con el nuestro, pero eso no significa que nuestro esfuerzo sea en vano. La justicia divina puede tardar en llegar, pero siempre llega. Mantengan su fe y su compromiso, sabiendo que cada acto de valentía y cada esfuerzo por la justicia están siendo vistos y valorados por un Ser Supremo y a pesar de los desafíos, el poder de cada voto y la esencia de cada voluntad seguirán siendo válidos y significativos.

La fe en Dios, el valor de su compromiso y la fortaleza de su unidad, son las armas más poderosas. Sigan adelante, queridos hermanos venezolanos, con esperanza, confianza y determinación. Que cada paso que den sea un reflejo de su fe y del anhelo por una Venezuela libre, justa y próspera y aunque mi voz pueda no ser escuchada en toda su magnitud, mi corazón está con ustedes. Están en mis oraciones diarias, comparto su dolor y su esperanza, con la fe puesta en Dios de que la justicia triunfará.

“Que el Señor los bendiga y la Virgen los proteja.”

Con cariño,

Mirtha Villarroel de Rocha

 

 

 

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