¡QUÉ DIFÍCIL ES PERDONAR! PERO ESTAMOS EN TIEMPO DE CUARESMA.
Perdonar puede ser extraordinariamente difícil en
muchas situaciones.
Cuando alguien nos lastima, puede causar un dolor
emocional intenso que es difícil de superar. Este dolor puede hacer que sea
difícil considerar el perdón.
Sentir que tendiste la mano, más aún si es un
familiar, puede dificultar el perdón. Podemos sentir que no merecemos ser
lastimados nuevamente y que perdonar sería como aceptar el daño causado.
Muchas veces, perdonar no significa volver a confiar
en la persona que te lastimó. Es importante establecer límites saludables para
protegerte a ti mismo en el futuro.
A veces, nuestro orgullo puede interponerse en el camino del perdón. El dolor y el resentimiento pueden convertirse en un ciclo difícil de romper.
Pero perdonar puede ser un proceso difícil y complejo,
especialmente cuando se ha sufrido un daño significativo. Sin embargo, muchas
personas encuentran que el perdón es una parte importante de su propio proceso
de curación y crecimiento personal.
Perdonar no significa absolver al otro de su
responsabilidad o reconciliarse con ellos, sino liberarte del resentimiento y
el dolor que te están causando.
A pesar de estos desafíos, el perdón puede ser una
parte transformadora del proceso de curación y crecimiento personal. Aunque
puede ser difícil, muchas personas encuentran que el acto de perdonar trae una
sensación de paz y liberación. Claro que requiere trabajo y práctica, pero el
perdón puede ser un poderoso instrumento para sanar el espíritu y avanzar, liberar
nuestro resentimiento y dejarlo ir, para
que sea sólo ¡Dios el que juzgue!
La Cuaresma es un tiempo que se dedica especialmente a
la reflexión, el arrepentimiento y la preparación espiritual para la
celebración de la Pascua. Durante este período, muchas personas buscan
profundizar su relación con Dios y con los demás, lo que incluye el acto de
perdonar.
La Cuaresma puede ser un momento propicio para
reflexionar sobre cualquier resentimiento, amargura o dolor que se esté
llevando y considerar el acto de perdonar. Sin embargo, es importante recordar
que el perdón es un proceso personal y no siempre es fácil. No se trata
simplemente de decir las palabras, sino de trabajar a través de los
sentimientos y emociones más profundas para llegar a un lugar de verdadero
perdón.
Si sientes que la Cuaresma te brinda una oportunidad
para perdonar a aquellos que te han lastimado, puedes aprovechar este tiempo
para reflexionar, orar y buscar la guía de tu fe para encontrar el camino hacia
el perdón. Además, la Cuaresma también puede ser un momento para pedir perdón a
aquellos a quienes has lastimado y buscar la reconciliación con ellos.
¡Que el Señor nos bendiga y la Virgen nos proteja!
Tu amiga
Mirtha Villarroel de Rocha
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