PARA AMAR A DIOS, SÓLO TENGO EL DÍA DE HOY. EL MAÑANA NO DEBE PREOCUPARNOS, PENSAR EN EL AYER, PUES YA PASÓ.
La frase "amar a Dios solo tengo el día de hoy",
expresa la idea de que la relación con Dios, con lo divino, o el compromiso
espiritual, se vive y se experimenta en el presente.
La idea de
concentrarse en el día presente, sin preocuparse por el mañana, ni lamentarse
por el ayer, refleja principios fundamentales de nuestra vida cotidiana y la
espiritual, ambos están fuera de nuestro control inmediato.
La frase sugiere
que el amor y la devoción a lo divino no deben postergarse indefinidamente en
el futuro. En lugar de preocuparse por el pasado o angustiarse por el futuro lo
que puede generar ansiedad y estrés, e impide cultivar una mayor paz interior, hay que reconocer ahora, que el presente es el
único momento real y tangible que tenemos.
El
"hoy", puede ser visto como un recordatorio de que, en la esfera
espiritual, no hay limitaciones de tiempo y que la conexión con lo divino está
siempre disponible en el presente. Vivir en el ahora, es vivir en el presente,
pero no significa ignorar la planificación o aprender del pasado, sino, no
permitir que estas preocupaciones dominen nuestra experiencia diaria.
La frase también
sugiere la importancia de un compromiso diario con lo espiritual. En lugar de
ver la relación con lo divino como algo esporádico o reservado para ocasiones
especiales, se enfatiza la idea de incorporar la espiritual en la vida
cotidiana
La idea de que
el pasado ya ha ocurrido y el futuro está fuera de nuestro control inmediato, puede influir directamente a través de nuestras elecciones y acciones en el ahora, sin mucho preocuparnos, podemos dar
forma a nuestro futuro y aprender de las experiencias pasadas.
La persona debe centrarse
en una atención plena, y hacerla una práctica para estar presente en el momento
actual, sin distraerse por pensamientos sobre el pasado o el futuro, aceptar la realidad tal como es en este momento, sin resistencia ni
apego a cómo debería ser. Esto no significa ser pasivo, sino reconocer la
realidad y responder de manera consciente y sabia.
Al estar
conscientes del momento presente, también podemos cultivar la gratitud por las
experiencias positivas que estamos viviendo en ese momento. La gratitud puede
contribuir significativamente a nuestro bienestar emocional y mental.
Tu amiga
Mirtha
Villarroel de Rocha
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