¿QUÉ NOS PIDE NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA?
Día 15. Nuestra Señora de Fátima es una advocación mariana que se dio a conocer en 1917, cuando tres niños pastores portugueses, Lucía dos Santos y sus primos Jacinta y Francisco Marto, afirmaron haber tenido una serie de apariciones de la Virgen María en la localidad de Fátima.
En Fátima apareciste ¿Oh! Santa Madre de Dios, a tres humildes pastores llamando a la conversión ¡AVE MARÍA PURISIMA, SIN PECADO CONCEBIDA! (Este saludo a la Virgen María, me trajo recuerdos de los alumnos del Colegio Marista en mi pueblo natal, al entrar al establecimiento).
Durante estas apariciones, la Virgen María les pidió a los niños y a toda la humanidad que rezaran el Rosario todos los días para obtener la paz en el mundo y la conversión de los pecadores. También les instó a ofrecer sacrificios y sufrimientos por la reparación de los pecados cometidos contra Dios.
La Virgen María nos pide, a través de su advocación de Nuestra Señora de Fátima, que recemos el Rosario diariamente para obtener la paz y la conversión en el mundo. El Rosario es una oración poderosa que nos ayuda a meditar en los misterios de la vida de Jesús y a unirnos a la Virgen en su contemplación.
El Rosario es una herramienta poderosa para cumplir esta petición
de la Virgen María y para crecer en nuestra relación con Dios.
“Que el Señor nos bendiga y la Virgen nos proteja”
Tu amiga
Mirtha Villarroel de Rocha
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