MES DE MAYO, DÍA 24

 


DÍA 24: ¡Por qué quedó consagrada la Virgen Santísima como María Auxiliadora!

Hoy día recordamos a la Santísima Virgen bajo la advocación de “MARIA AUXILIADORA”. Sabemos que la Virgen María es “única”, pero la llamamos con distintos títulos: Virgen de Guadalupe, Virgen de Fátima, Virgen de Lourdes,  nombres que recibe  según el lugar donde se ha aparecido y cada título es muy querido por los cristianos, en esta fecha tenemos a María,  como Auxilio de los cristianos.

El nombre de María Auxiliadora, quedó consagrado en la Batalla de Lepanto una guerra terrible, cuando la iglesia Católica estuvo a punto de ser destruida, ¡aunque eso no ocurrirá jamás! , porque está en el Santo evangelio, que Dios promete que siempre estará amparando a la iglesia para que las puertas del infierno, no la venzan o no prevalezcan contra ella.

Eran los musulmanes que tenían el plan desde muy antiguo, destruir la iglesia Católica en la época de Carlomagno, tanto él como sus padres, estaban combatiendo contra estos. Ya Carlomagno tuvo varias batallas contra los mahometanos. Los musulmanes querían destruir  el propio corazón de la iglesia y matar al Papa de esa época, ese era el plan, fue una flota de barcos liderada por un musulmán llamado Alipacha, que se lanzó con ese objetivo. El Santo Padre Pio V, celoso de la fe, muy pendiente de la amenaza musulmana y sin dejarse engañar por ellos, armó una pequeña  flota, se dice pequeña porque muchos príncipes católicos europeos que deberían haber apoyado a la Iglesia y al Papa no lo hicieron, esto, porque  la fe se estaba perdiendo en muchos lugares, especialmente en Alemania, debido a que el protestantismo estaba implantándose a través de Lutero que ya habida hecho su revolución.

Fueron muy pocos, los que acudieron al llamado del papa entre ellos España que mandó a un príncipe, Juan de Austria como su representante y fue elegido por Dios para defender la fe y liderizar esa batalla tan dramática, porque las fuerzas eran desproporcionadas, por la ligera inferioridad de la flota católica, en comparación con las flotas de los musulmanes. El golfo de Lepanto, camino hacia las costas de Grecia fue el escenario,  ahí en ese mar se libró esta batalla, barcos chocándose contra barcos, cañones de ambos lados, soldados marinos invadiendo otros barcos, ruido de las espadas, quejido de los heridos, la gente que caía al mar, ese mar se teñía de sangre y los musulmanes no daban pie a atrás. La flota católica, lo cuenta la historia, tuvo el viento en contra y en esa época los barcos navegaban con velas, no era fácil avanzar, era complicado y el viento sopló contra la flota católica, así los musulmanes empezaron a ganar terreno y  los soldados católicos estaban perdiendo la batalla, pero en un momento determinado, los soldados se animaron y las cosas cambiaron y comenzaron vencer, a vencer…  los barcos de los musulmanes empezaron a hundirse en cantidad. Acabada  esta batalla algunos musulmanes comentaban  que los católicos habían vencido, porque en el cielo se apareció una señora con un niño en brazos y este niño, tenía en sus manitas muchas piedritas, pequeñitas y junto a la virgen, lanzaban las piedras pequeñitas que caían desde el cielo hasta el mar, sobre los barcos de los musulmanes y se convertían en enormes piedras que hacían hundir los barcos en cantidad. Esto no vieron los católicos, esto lo vieron sólo los musulmanes que decían que esa batalla fue ganada, por intervención de la Santísima Virgen. Quien testimonia además, la intervención de la Virgen María con el Niño Jesús en brazos, fue el Papa San Pio V, quien estaba rezando por los combatientes, mirando hacia  la ventana, tuvo una  visión de la batalla y vio como la flota católica ganaba esa batalla, por mediación de la Virgen María que lanzaba piedras junto al Niño Jesús y que caían  encima de los barcos contrarios. Tanto el Santo Padre como los musulmanes, dijeron que esa guerra se ganó por las Manos Divinas de nuestra Madre Santísima.

Poco después el Papa la proclama a la Santísima  Virgen como Auxilio de los  cristianos y la devoción más formal, es a MARIA AUXILIADORA, la misma que tiene grandes devotos y propagadores, entre los más destacados San Juan Bosco, quien comenzó la construcción de la  Iglesia  conocida con ese nombre, tan solamente con pocas monedas y muchas deudas pero, María Auxiliadora no lo abandonó, aparecieron muchos  benefactores cuando vieron que el trabajo se inició. Fue la primera Iglesia de los Salesianos que continua firme en Italia y con muchos devotos. Manifiesta San Juan Bosco que cada ladrillo es un milagro...  

Qué importante es nuestra Fe. ¡Virgen María Auxiliadora!, soy tu firme devota. Un día como hoy día recibí tu auxilio hace 35 años, me acogí totalmente a ti, me libraste del cáncer por primera vez... sobrellevando una segunda prueba por el mismo caso... y por qué no decir, aceptando con amor y mucha fe, hace pocos meses, una cirugía a corazón abierto y sólo puedo decirte con mucho amor: ¡TE AMO MAMITA Y TE AGRADEZCO POR TANTA AYUDA!. A pesar de mis 70 años, me siento fuerte. con un corazón renovado y sólo por tu ayuda generosa. Hoy públicamente, confirmo mi fe, mi devoción hacia ti y te prometo que no abandonaré el Santo Rosario y propagando el Santo Rosario en tu honor, por el tiempo que me quede de vida. 

Puedes hablar con Ella. Lo que no está escrito, es ahora cuando puedes decírselo, comentando el texto que has leído y las preguntas. Después termina con la oración final.

Adaptado del texto escrito por José Pedro Manglano Castellary (Sacerdote)


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