¡PADRE! "ENSEÑANOS A ORAR"

 LECTURA Y REFLEXIÓN 

LEE: Mt 6, 7-15

El primer regalo  es reconocer que tenemos un Padre que nos orienta al cielo y que habita en medio de nosotros. Mateo nos presenta el PADRE NUESTRO y nos adentramos a profundizar su contenido enseñado por el mismo Jesús. 

En la primera parte del Padre Nuestro, no es petición, es una invocación, es tomar conciencia que estamos en un diálogo filial con Dios. Al decir, ¡Padre! estoy rezando al mismo Padre de Jesús. Estoy participando de la misma oración que Jesús elevó a su Padre Dios.Estoy interactuando  de la misma oración intertrinitaria, entre una persona Divina y otra Divina.

En esta segunda parte, podemos identificar la versión mateana del Padre Nuestro que presenta SIETE PETICIONES.

1.-SANTIFICADO SEA TU NOMBRE.

Significa pedir que toda la humanidad  conozca el amor de Dios, su poder, su justicia y su gran salvación. ¡Santitificado Sea Tu Nombre! significa respetar su nombre y no  inclinarse por el pecado, pero si el pecador  se convierte, el nombre de Dios es santificado,   porque vuelve a aceptar a Dios por su Fe.

2.- VENGA A NOSOTROS TU REINO

El anhelo de todo hijo de Dios que se acerca con el Señor, es que  reconozca que  vino a esta tierra  a instaurar en el corazón de sus hijos, el amor, la justicia, saber que ÉL, vendrá al final de los tiempos donde será el juez, pero un juez misericordioso. Le pedimos que llegue en la medida en que el Espíritu de Dios permita que este mundo sea más conforme al querer de Dios.

3.- HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO

En el Cielo se vive plenamente la voluntad de Dios. Pero hay un gran combate,  que intenta apartarnos de la intimidad con Dios, por esa libertad que Dios nos ha dado y que tenemos que descubrir que la cumbre de esa libertad, es abrazar la Voluntad de Dios. Que sea lo que Dios quiere y  que mejor convenga a nuestra alma, que no se pretenda poner obstáculos a esa voluntad, no aceptando las pruebas que tenemos o puedan sobrevenir. 

4.- DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DIA.

Estamos totalmente necesitados que Dios sea nuestro alimento tanto de cuerpo y alma.

Son tres los panes con los que Dios nos alimenta:

a) El pan de trigo. 

Que es el alimento corporal.

b) El pan de la cultura.

c) Y el pan de la Eucaristía. 

Dios Alimenta nuestra alma con la GRACIA de los Sacramentos. Alimenta nuestro espíritu con la cultura, porque el conocimiento de la verdad, es también acercarnos a Díos y alimenta nuestro cuerpo.

Pidamos al Señor que nos alimente, que nos sostenga, porque somos mendigos de su Gracia Divina. Y debemos ser agradecidos por todo lo que Dios nos da.

5.- PERDONA NUESTRAS OFENSAS. COMO TAMBIÉN  NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN.

Para pedir el perdón  de Dios, recibir y acoger, tenemos que haber perdonado,  habernos purificado del odio y rencor que guardamos contra un  hno. Si este existe, es que no tenemos capacidad de acoger el perdón de Dios y su gratuidad.Arranquemos de nuestro corazón todo pecado y aprendamos también a no juzgar a los demás y tratar a las personas como me tratan a mi. 

6.- NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN. 

Es pedir el Don de que el Espíritu del Señor, desenmascare las tentaciones. Tener un conocimiento de cuánto somos tentados y tener la fuerza de Jesucristo para vencer las tentaciones.

El Señor nos enseñó a vencer las tentaciones. Nos enseñó a no dialogar con el tentador. Jesús cortó sanamente  las tentaciones y no negoció  cuando fue tentado por el diablo tres veces.

7- Y LIBRANOS DEL MAL. AMEN.

Jesucristo vino a liberarnos de la acción del maligno y hacernos hijos de Dios. 

A manera de ilustración, en nuestro Baustismo fueron recitadas  oraciones de exorcismo, porque el sacerdote pidió a Jesús la Gracia y la fuerza, por tener el poderío sobre el maligno y éste, no tiene poder sobre los que están unidos al Señor, que  por el bautismo nos hizo hijos de Dios.   

Todo esto nació porque los Apóstoles al ver orar a Jesús en el Monte de los Olivos le dijeron: "Enseñanos a Orar".

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