SANACIÓN, PROMESA Y PARTIDA EN EL DÍA DE MARÍA AUXILIADORA

ORACIÓN DE GRATITUD Y ENTREGA A MARÍA AUXILIADORA”

Virgen Santísima, María Auxiliadora, madre tierna que nunca abandonas a tus hijos, hoy me postro ante Ti con el corazón lleno de gratitud y de memoria viva.

Tú sabes, Madre, que hubo un tiempo en que mi vida pendía de un hilo, y fue la fe inquebrantable de mi madre Irmita tu fiel hija la que movilizó corazones, plegarias y cielos, para pedir por mi salud.

Ella no dudó, no se rindió, no te soltó. Y Tú escuchaste su clamor. Por su amor y por tu intercesión, fui sanada. Mi cuerpo y mi alma volvieron a la vida, y mi promesa floreció: difundir tu devoción, rezar el Santo Rosario, y llevar tu nombre en alto, siempre.

Hoy, Madre querida, mi alma vuelve a estremecerse, porque en el mismo día en que celebramos tu auxilio, el 24 de mayo, tú volviste a nuestra casa...pero esta vez, viniste a recoger a mi madre, a esa mujer valiente que confió plenamente en tu poder.

Al día siguiente, ella partió contigo.

No fue tristeza: fue gracia.

No fue final: fue encuentro.

No fue pérdida: fue cumplimiento.

Hoy no lloro su ausencia, sino que celebro su entrada a tu abrazo eterno.

Hoy no temo a la muerte, porque he visto tu consuelo.

Hoy te doy gracias, María Auxiliadora, por haber estado al principio de mi sanación y al final del camino de mi madre.

Que mi vida sea testimonio. Que mi voz no se canse de anunciar tu amor.

Y que cuando llegue mi hora, también me recojas Tú. AMÉN.

A casi cuatro décadas después de mi sanación, el mismo 24 de mayo, María volvió a nuestra casa el 2016, pero esta vez para llevarse a mi madre, esa mujer de fe que me salvó la vida con su amor y su oración. Partió al día siguiente, en gracia y en paz, en los brazos de la Madre que siempre amó. No la recuerdo con pena, sino con esperanza. Porque sé que el encuentro con la Virgen fue su recompensa eterna.

¡MAMITA IRMITA SON NUEVE AÑOS DE TU PARTIDA Y SIGUE GOZANDO DEL AMOR DE MARÍA Y NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO! Te amo.

¡Que el Señor nos bendiga y la Virgen nos proteja!

Tu amiga

Mirtha Villarroel de Rocha

 

 

 

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