DEL EVANGELIO DE Mc 9,2-10 PEDRO, SANTIAGO Y JUAN, TRES DISCÍPULOS PRIVILEGIADOS Y TESTIGOS DE LA TRANSFIGURACIÓN DE JESÚS.
En el Evangelio de Marcos 9, 2-10, Pedro, Santiago y
Juan son testigos privilegiados de la transfiguración de Jesús en el monte. Jesús
los lleva consigo, apartándolos del resto del grupo, lo que sugiere una
intimidad especial con ellos.
Ya habían sido testigos de otros milagros y enseñanzas
de Jesús. La elección de estos tres discípulos para presenciar la
transfiguración, muestra la intimidad especial que compartían con Jesús. A
menudo, Jesús los llevaba consigo en momentos significativos, como en la
resurrección de la hija de Jairo (Marcos 5,37) y en su agonía en el Getsemaní
(Marcos 14,33). Esta cercanía sugiere una relación más profunda y una mayor
confianza por parte de Jesús hacia Pedro, Santiago y Juan que eran hermanos.
Pero la
transfiguración representa un momento único de revelación de su verdadera
naturaleza divina.
Al ser testigos presenciales es lo que refuerza su fe
y los prepara para los eventos futuros en el ministerio de Jesús. Su
experiencia ilustra la importancia de la intimidad con Jesús y la revelación
gradual de su divinidad a aquellos que le siguen de cerca.
La presencia de Pedro, Santiago y Juan en la
transfiguración subraya su papel destacado entre los discípulos. La experiencia
de la transfiguración no solo fortalece la fe de Pedro, Santiago y Juan, sino
que también los prepara para los desafíos que enfrentarán más adelante en su
seguimiento de Jesús.
La visión de la gloria de Cristo les brinda una
confirmación de su fe y un recordatorio de la autoridad divina de Jesús sobre
la ley y los profetas. Esta experiencia les sirvió como un punto de referencia
crucial en su viaje de fe, especialmente en los momentos difíciles que
enfrentarían más adelante.
Después de este evento, Jesús les habló sobre su
muerte y resurrección, lo que les ayudó a entender la naturaleza del sacrificio
que estaba por venir y les recordó la autoridad divina de Jesús sobre la vida y
la muerte.
Jesús les ordenó a Pedro, Santiago y Juan que no
hablaran sobre lo que habían presenciado hasta después de su resurrección. Esta
instrucción subraya la importancia de entender plenamente el significado de la
transfiguración en el contexto del ministerio redentor de Jesús, que solo se
revelaría completamente más adelante.
¡Que el Señor nos bendiga y la Virgen nos proteja!
Tu amiga
Mirtha Villarroel de Rocha
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