“MUÉSTRAME TU FE SIN TUS OBRAS, Y YO TE MOSTRARÉ MI FE POR MIS OBRAS" Carta del apóstol Santiago 2:18.
Cuántas veces decimos
que creemos en Dios, pero ante la pequeña prueba nos desesperamos.
La cita que
menciono es del Nuevo Testamento de la Biblia, específicamente de la carta del
apóstol Santiago 2:18. La frase completa es: Pero alguno dirá: “Tú tienes fe, y yo tengo obras”. ¡Muéstrame tu fe
sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras!.
Este pasaje
destaca la importancia de que la fe se refleje en acciones concretas, en obras
que manifiesten esa fe. La idea es que la fe genuina se manifiesta en la forma
en que vivimos y cómo tratamos a los demás. Es
una llamada a la coherencia entre lo que creemos, cómo actuamos en nuestra vida
diaria y cómo tratamos a nuestro prójimo.
Y cuándo la
debemos resaltar, es en las dificultades,
en las enfermedades, la falta de trabajo, crisis familiares, pero surge la
tendencia a desesperarnos ante las pruebas, porque hay que señalar que la fe,
aunque fundamental, no significa que no enfrentaremos problemas. La fe no es la
ausencia de pruebas o desafíos, sino la confianza y la perseverancia a pesar de
ellos.
Aquí hay algunas
reflexiones adicionales:
La Prueba de la Fe: En muchas
tradiciones religiosas, la fe se pone a prueba en momentos difíciles. Es en
estos momentos de desafío donde la autenticidad de la fe se revela. La manera
en que respondemos a las pruebas puede ser un indicador de nuestra verdadera
fe.
La Esperanza en la Adversidad: La fe implica una esperanza firme incluso cuando enfrentamos
situaciones difíciles. No significa que no experimentemos tristeza,
preocupación o dudas, pero la fe nos brinda la capacidad de mantener la
esperanza incluso en medio de las pruebas.
Aprendizaje y Crecimiento: Los desafíos
pueden ser oportunidades para el crecimiento espiritual. En lugar de
desesperarnos, podemos buscar aprender de las experiencias difíciles,
fortalecer nuestra fe y desarrollar una mayor confianza en la providencia
divina.
Acciones Consecuentes: La fe
auténtica se refleja en acciones concretas. En lugar de simplemente decir que
tenemos fe, nuestras obras y acciones diarias deben respaldar y demostrar esa
fe.
Buscar Apoyo Espiritual: En tiempos
difíciles, buscar apoyo en la comunidad religiosa, a través de la oración y la
reflexión, puede ser una fuente de fortaleza y consuelo.
No olvidemos que
la fe es un viaje, y cada persona puede enfrentar desafíos de manera única. La
clave está en perseverar, confiar en la guía espiritual y permitir que la fe se
manifieste a través de acciones que reflejen amor, compasión y justicia en el
mundo.
Estamos
convencidos que es muy importante, combinar la fe con acciones prácticas y
buenas obras para demostrar la autenticidad de la fe que proclamamos. La idea
es que una fe genuina, debe reflejarse en el comportamiento y en la forma en
que tratamos a los demás. Solo tener fe
en palabras, sin ponerla en práctica, sería una fe vacía.
“Que el Señor nos
bendiga y la Virgen nos proteja”
Tu amiga
Mirtha
Villarroel de Rocha
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