MUCHAS VECES NOS CENTRAMOS EN NUESTROS PROBLEMAS Y DEJAMOS DE LADO A DIOS, PERO ÉL, NO NOS ABANDONA.
En momentos de dificultad o preocupación, es común que nos centremos en nuestros problemas, más si se trata de alguna enfermedad desde un resfrío hasta un cáncer con mayor razón y nos alejemos de nuestra conexión con lo espiritual. Cuando es el momento propicio para buscar la presencia de Dios en nuestras vidas. Pero es reconfortante saber que, según muchas creencias religiosas, Dios o el poder divino, siempre está presente y no nos abandona, incluso cuando nosotros nos alejamos.
La idea de
la presencia constante de Dios puede proporcionar consuelo y esperanza en
tiempos difíciles. Creer en la cercanía divina, puede brindar fortaleza y apoyo
emocional cuando nos enfrentamos a desafíos o sentimos que estamos solos. Saber
que hay un ser supremo que nos ama incondicionalmente y que está dispuesto a
escucharnos, puede dar un sentido de propósito y significado a nuestras vidas.
Muchos
cristianos tenemos nuestras creencias, se enfatiza que Dios está siempre
presente. La práctica de la oración, la meditación y/o reflexión de la Palabra
de Dios, y poniéndola en práctica, puede ayudarnos a mantenernos en sintonía
con esa presencia divina y a recordar que no estamos solos en nuestras luchas,
que Dios está ahí, no lo vemos, pero percibimos su presencia, recibimos sus gracias
cada día, porque Dios nos permite aún la vida.
Además,
algunas personas encuentran en tiempos de adversidad, un apego más a lo espiritual
y pueden fortalecerse y convertirse en una fuente de consuelo y esperanza,
tanto para sí mismo, como para compartir en tu entorno.
No olvides que, en lugar de alejarse de Dios, es bueno reconocer que son
esas circunstancias las que nos deben motivar en la necesidad de apegarse más a
Dios, porque reconocemos, sentimos su acompañamiento durante estos desafíos, y estas dificultades pueden ser una
oportunidad para profundizar nuestra unión con lo divino y encontrar un bálsamo
en la fe.
Aunque a
veces podamos sentirnos alejados de Dios debido a nuestros problemas y
preocupaciones, mantengamos vivo nuestro vínculo espiritual, y con mucha confianza
y seguridad podemos encontrar consuelo, guía y fortaleza para enfrentar las
adversidades de la vida.
“Que el Señor nos bendiga y la Virgen nos
proteja”
Tu amiga
Mirtha
Villarroel de Rocha
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