¿CÓMO TRANSITA LA JUSTICIA Y SOLIDARIDAD EN NUESTRA VIDA COTIDIANA?
TOQUE ESPIRITUAL
Entendamos la justicia como dar a Dios y al hombre lo que le es debido. Si tomamos la Lectura de la Profesia de AMOS 5,14-15.21-24 uno de los doce profetas hebreos conocido como "Profetas Menores", que nos invita a la búsqueda del bien para tener vida. Y denuncia en nombre de la justicia de Dios lo que hacen los hombres en una perspectiva más bien social, denunciando la deshonestidad de los políticos, la corrupción de los jueces, el autoritarismo de los funcionarios públicos, la explotación de los ricos, la violencia de los poderosos, la hipocresía de muchos religiosos, comerciantes que falsifican sus balanzas.
Esas denuncias tienen la finalidad que los "asirios" modernos no puedan hacerla colapsar ni claudicar nunca de su Misión.
Amos que es un hombre sencillo, hijo de un pastor, denuncia con fuerza las desigualdades sociales, la injusticia que aplasta a los pobres y a la que hay que poner fin.
La justicia ha de transitar como un arroyo perenne en nuestra vida social, escuchando el clamor de los pobres.
A todos los denunciados, como políticos, autoridades, empresarios, comerciantes, jueces y religiosos a todos ellos, dedica exhortaciones irónicas y fuertes imputaciones.
De ahí que diga el texto de hoy que el "Señor detesta los sacrificios y holocaustos y que no aceptará los terneros cebados que sacrifican como Acción de Gracias".
Todo esto tiene sentido: la llamada a un comercio justo, a una administración pública más honesta y participativa, a un Poder judicial transparente y justo y una religiosidad auténtica" que ha de contener un sentido de lo que a Dios le gusta, la "justicia".
Si esto no es asi, están abocados a la corrupción e insensibilidad social.
La mirada de Amos, está centrada en los más inocentes, necesitados y pobres que claman justicia al cielo.
No podemos renunciar a dar lo que es debido a Dios y a los hombres.
Es el derecho, como facultades y obligaciones que derivan del estado de una persona o sus relaciones con respecto a otras, lo que nos garantiza el sentido de lo justo que nos llama a la fraternidad y el bien común.
Fluir en justicia viene a ser el sentido de la equidad que llama sobre todo a la moderación de lo que supone cualquier relación comercial, pública, humana, religiosa o de derecho que mantienen los hombres entre sí.
Dios no puede estar ausente del sentido de nuestra justicia, en ÉL, aprendemos el bien con el que desarrollamos nuestros quehaceres diarios y las relaciones interpersonales.
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